Sola aquí
atravesada por el alfiler
de la memoria
un jardín de hielo
tan remoto
me sostiene para siempre
recobro un aroma
que creía perdido
entre los pliegues de la infancia
un aleteo inmóvil
donde mis ojos
buscan el infinito
la niña aquí
desde su pequeña jaula
de papel
vuelve a implorar
un soplo de vida