sábado, 8 de agosto de 2009


Sola aquí

atravesada por el alfiler

de la memoria

un jardín de hielo

tan remoto

me sostiene para siempre

recobro un aroma

que creía perdido

entre los pliegues de la infancia

un aleteo inmóvil

donde mis ojos

buscan el infinito

la niña aquí

desde su pequeña jaula

de papel

vuelve a implorar

un soplo de vida